| No nos metas en tentación. Mateo 6:13. CUANDO SEAS TENTADO: Olvida la calumnia que has oído, la palabra loca e hiriente, la riña y al que la provoca; olvida al amigo pervertido, al amargado y al indecente. Olvida todo en lo que a ti toca. Olvida las canas que has teñido, el café que no está caliente, de tu médico la cuenta loca, la reparación que no ha servido, los malos modales de tu sirviente, olvida todo en lo que a ti toca. PERO NO OLVIDES A DIOS, cuando el día se haya ido. A una venerable y santa anciana, se le preguntó qué haría si una fiera tentación se apoderara de ella. Prontamente respondió: "Levantaría las manos al Señor y le diría: «Señor, tu posesión está en peligro. ¡Cuídala! ¡Es urgente!» Y olvidaría la tentación hasta que llegara otra. ¿En la lucha te han vencido? ¿en un engaño has caído? ¡Échalo a la risa! No decaigas por tan poco, conserva siempre tu gozo, ¡Échalo a la risa! ¿Es tu trabajo un suplicio? ¿al borde estás del precipicio? ¡Échalo a la risa! Si es salud que necesitas, prueba la risa bendita, ¡Échalo a la risa! (fuente: fragmentos de "Manantiales en el Desierto") REFLEXION Combatiendo la Tentación - Dios Permite la Tentación Combatir la tentación es una lucha que Dios permite, porque se gana o se pierde a nivel espiritual. Él desea que soportemos cuando somos tentados y promete que habrá una salida. Cuando somos grandemente tentados, podría parecer que no exista una salida. Pero el Dios que nos creó sabe lo que podemos resistir y soportar y es Él quien provee una vía de escape. 1a de Corintios 10:13 dice: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana. Pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar."
Dependiendo de cuál sea Su meta en nuestras vidas, la vía de escape de Dios podría ser el llevarnos a través de la tentación, o puede darnos la fuerza para vencerla. Su deseo es que no caigamos en la tentación, sino que procedamos a través de ella y la dominemos, en vez de ella dominarnos a nosotros. ¡Dios quiere que venzamos! 1a de Pedro 1:3-8 nos recuerda: "¡Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo! Que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas. Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo." |
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