| Lucas 12:22-24 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? Es fácil declarar esta palabra, declarar que Dios no nos dejará solos ni desamparados en alimento ni vestido, y si las aves del cielo no se preocupan por lo que han de comer el día de mañana, pues mucho menos nosotros que somos sus hijos debemos preocuparnos; sin embargo, para muchos resulta difícil, y si tomamos en cuenta la situación económica del país, pues resulta todavía más difícil. ¿Cómo hacer para no afanarnos si vivimos al día? " "¿Cómo hacer para no caer en una ansiedad incontrolable cuando veo a mis pequeños hijitos pedirme de comer un pedazo de pan y tener que decirles que no hay?" Estos son algunos ejemplos de situaciones reales hoy en día, situaciones que hacen que la gente deje de lado el buscar el rostro de Dios y afanarse en gran manera en la búsqueda de lo económico para poder sobrevivir, y a veces hasta los mismos cristianos caemos en este tipo de decisiones y de actos olvidándonos por completo del rostro de Dios sobre nosotros. “Hoy no voy a poder ir a la iglesia porque el domingo es el día bueno, el día en que se vende más y hay que aprovecharlo”. “Tengo tanto que hacer, y si no aprovecho el día lo poco que me pueden pagar por el trabajo puedo perderlo”. Puede ser que lo podamos justificar si lo vemos de esa manera, pero definitivamente, no es justificable. Sabemos que la situación se pone cada vez más difícil; aumentan los impuestos, suben de precios los alimentos, los combustibles, aumentan los costos de los servicios, y el aumento de sueldo es mínimo, no es comparable al porcentaje del aumento del costo de la vida. ¿Qué vamos a hacer? Podríamos preguntarnos; y en verdad que es una situación que en un momento puede deprimirnos de tal forma, y de ahí que el demonio lleve a mucha gente al suicidio. ¿Por qué? Muy sencillo: La Biblia dice que jamás debemos apartarnos de la presencia de Dios, ni cuando estas desahogado en todos los aspectos personales ni cuando estás en aflicción, ni siquiera cuando no tienes ni qué comer. ¿Por qué? Porque Dios es quien vela por ti, Dios es el que te suple, Dios es el que está al pendiente de ti. Recordemos que cuando llegamos al Señor decidimos hacer un pacto con él, un pacto en donde le prometimos jamás separarnos de su presencia y si nosotros cumplimos esta parte del pacto, dice la Palabra todo nos vendrá por añadidura. Dios sabe de nuestras necesidades, por lo tanto, jamás te apartes de Él, es lo único que tienes que hacer para no pasar hambres, para no pasar inclemencias ni necesidades de ningún tipo; busca siempre su reino y su justicia y lo demás vendrá solo porque Dios está al pendiente de aquellos que son fieles en su caminar. No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. Dice también la Palabra que muchas veces aún aquél que ni le conoce, ni le reconoce, ni mucho menos le sigue ni hace su voluntad se queda sin comer y sin vestir, cuánto más nosotros que somos sus hijos, que le conocemos, que sabemos quién es nuestro Dios. Nuestro Padre jamás nos dejaría sin comer, sin vestir y sin un techo. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? Lo único que tienes que hacer es serle fiel, buscarle siempre. Si te haces llamar hijo de Dios, pues entonces deja de codiciar lo material, recuerda que lo que atesores en lo material definitivamente no te lo llevarás con el Señor, lo que te llevarás es el tesoro que acumules en tu corazón para Dios, esto es: el amor y la fidelidad a Él, nada más. Aprende a confiar en el Padre que nos adoptó y que agarrados de su mano confiando solo en él seremos liberados de la gran ansiedad que provoca la incertidumbre de “qué pasará mañana”. Tomados de su mano vive el hoy, un día a la vez, pero siempre buscando el reino de Dios y su justicia para que lo demás venga por añadidura a tu vida."" Dios te bendiga. |
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