Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2013

REFLEXION: "El dolor es un reloj"/ El dolor y la BIBLIA

El dolor es un reloj La explicación del dolor, el porqué de la enfermedad, la incógnita del sufrimiento es una: el amor.   El dolor es un reloj. Es algo lleno de ingenio que sirve para partir el tiempo en una enormidad de trozos pequeños, muy pequeños. Es algo realmente útil, porque con sus dos agujas divide las horas de alegría y las de abatimiento. El dolor puede ser muy perjudicial, si no se vive bien. El dolor es mágico, porque una hora puede transformarse en sesenta minutos de aflicción o en segundos de dicha. Examinemos algunos relojes que han dado la hora correctamente. Algunos, al inicio, se retrasaron. Pero después han funcionado con la fidelidad del cuarzo. No podría valorar el precio de estos quilates... Recuerdo el testimonio del doctor Vallejo-Nágera. Le habían diagnosticado una úlcera de duodeno. Le hicieron volver todos los lunes. Después de una revisión más profunda, le dijeron:-Tienes un cáncer de la cabeza del páncreas-. -¿Es operable?

El reto es que no dejes de sembrar

(Tema invitado y adaptado por los redactores del blog) «Muchas veces tenemos que experimentar el fracaso, la frustración, el desánimo, antes de llegar al triunfo». "No importa cuánto te demores, acepta el reto y llega hasta el final". Por el P. Dennis Doren, L.C. La vida es un desafío diario, un reto que no se acaba; cuando un proyecto lo vamos terminando, ya va apareciendo otro. Es emocionante vivir con esa ilusión, emprender nuevos proyectos en la vida y, revisando tu Check List , puedas ver que vas cumpliendo. No te detengas, no te desanimes cuando las cosas no salgan como tú esperabas o lo habías planeado, no siempre salen las cosas a la primera. Muchas veces tene

Los evangelios: Un mosaico divino

Cómo se escribieron los evangelios Los cuentos de hadas comienzan diciendo: “Habíase una vez…” y las grandes novelas comienzan con una o dos frases que procuran impresionar al lector: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…” o bien, “En un agujero en el suelo vivía un hobbit”. Incluso los más famosos poemas comienzan de una manera que invitan a seguir leyendo: “Me gusta cuando callas, porque estás como ausente…” o bien “Volverán las oscuras golondrinas…” Estas frases introductorias nos llevan a entrar en un nuevo mundo imaginario en el cual poco a poco podemos encontrar nuevas formas de entender nuestra propia existencia y el mundo que nos rodea. Por contraste, el Nuevo Testamento comienza de una manera muy sencilla: “Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” (Mateo 1, 1). Para el oído moderno, una introducción como ésta no parece una invitación a entrar en una intriga, una aventura emocionante o una odisea sorprendente. Parece más