160.-REFLEXION: “Porque no se habían convertido”
“Jesús comenzó a recriminar a aquellas
ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido.
"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza.
Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría.
Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú". (San Mateo 11,20-24.)
"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza.
Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría.
Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú". (San Mateo 11,20-24.)
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
REFLEXIÒN:
Cuántos tortuosos
caminos hay que recorrer para llegar a lo simple. […] Muchas veces si no practicamos la virtud es debido a nuestro complicado
modo de ser, que rechaza lo que es sencillo.
Muchas veces no llegamos a comprender la grandiosidad que se encierra en un acto de sencillez, porque buscamos lo grande en lo complicado, buscamos la grandiosidad de las cosas en la «dificultad» de las mismas. […]
La virtud…, Dios…, la vida interior, ¡qué difícil me parecía vivir eso! Ahora no es que yo tenga virtud, ni mis conocimientos de Dios y vida de espíritu estén completamente claros, pero he visto que a eso se llega sin complicaciones […].
He visto que a Dios se llega precisamente por todo lo contrario. Se le llega a conocer por la simplicidad del corazón y por la sencillez. […] Para tener virtud no hace falta estudiar una carrera, ni dedicarse a profundos estudios… Basta el acto simple de querer; basta, a veces, la sencilla voluntad.
¿Por qué, pues, a veces no tenemos virtud? Porque no somos sencillos; porque nos complicamos nuestros deseos; porque todo lo que queremos nos lo hace difícil nuestra poca voluntad, que se deja llevar de lo que agrada, de lo cómodo, de lo innecesario y, muchas veces, de las pasiones. […] Si quisiéramos seríamos santos…, y es mucho más difícil ser ingeniero, que ser santo.
Muchas veces no llegamos a comprender la grandiosidad que se encierra en un acto de sencillez, porque buscamos lo grande en lo complicado, buscamos la grandiosidad de las cosas en la «dificultad» de las mismas. […]
La virtud…, Dios…, la vida interior, ¡qué difícil me parecía vivir eso! Ahora no es que yo tenga virtud, ni mis conocimientos de Dios y vida de espíritu estén completamente claros, pero he visto que a eso se llega sin complicaciones […].
He visto que a Dios se llega precisamente por todo lo contrario. Se le llega a conocer por la simplicidad del corazón y por la sencillez. […] Para tener virtud no hace falta estudiar una carrera, ni dedicarse a profundos estudios… Basta el acto simple de querer; basta, a veces, la sencilla voluntad.
¿Por qué, pues, a veces no tenemos virtud? Porque no somos sencillos; porque nos complicamos nuestros deseos; porque todo lo que queremos nos lo hace difícil nuestra poca voluntad, que se deja llevar de lo que agrada, de lo cómodo, de lo innecesario y, muchas veces, de las pasiones. […] Si quisiéramos seríamos santos…, y es mucho más difícil ser ingeniero, que ser santo.
(San Rafael Arnaiz Barón (1911-1938),
monje trapense español
Escritos del 25/01/1937 (Obras completas - Editorial Monte Carmelo, p. 766.767, § 881.882.883)
Escritos del 25/01/1937 (Obras completas - Editorial Monte Carmelo, p. 766.767, § 881.882.883)
Dicen que una de las virtudes más raras de nuestros
días es el agradecimiento. La persona agradecida valora lo que otros hacen por
ella y quiere reconocerlo de alguna manera. Tiene la valentía de declarar que
no todo lo puede, sino que necesita la ayuda de los demás.
En el pasaje de este Evangelio, Jesús se lamenta por la actitud de aquellas ciudades a las que Él había tratado con más cariño, regalándoles milagros y prodigios.
En el pasaje de este Evangelio, Jesús se lamenta por la actitud de aquellas ciudades a las que Él había tratado con más cariño, regalándoles milagros y prodigios.
¿Por
qué, en lugar de convertirse y volver su mirada agradecida a Dios, seguían como
si nada hubiera sucedido? ¿Por qué les cuesta tanto a los hijos valorar
el sacrificio diario de sus padres? ¿Por qué nos resulta tan fácil recriminar y
exigir nuestros derechos y somos tan perezosos a la hora de dar las
gracias?
Mira ahora cuánto has recibido de Dios: tu vida, tus familiares y amigos, tus cualidades físicas, intelectuales, morales,... tus bienes materiales. ¿Ya le has dado gracias por todo eso?
Cristo advierte a los que han recibido muchos dones, que deben corresponder de algún modo, en la medida que Dios les ha dado. El que tiene mucho, debe dar mucho.
Propósito
Mira ahora cuánto has recibido de Dios: tu vida, tus familiares y amigos, tus cualidades físicas, intelectuales, morales,... tus bienes materiales. ¿Ya le has dado gracias por todo eso?
Cristo advierte a los que han recibido muchos dones, que deben corresponder de algún modo, en la medida que Dios les ha dado. El que tiene mucho, debe dar mucho.
Propósito
Diariamente,
antes de dormir, hacer un balance sobre el día, ¿fueron Dios y su voluntad el
centro de mi día?
Diálogo con Cristo
Diálogo con Cristo
Jesús, dame la gracia de la conversión permanente.
Ayúdame a colaborar con tu gracia para despojarme del hombre viejo y renunciar
a todo aquello que me aleja de Ti. En la medida en que cada día me convierta,
en esa medida estaré cambiando al mundo. Te prometo hoy fomentar todo aquello
que me asemeje más a Ti.
Petición
Señor, dame la gracia de buscarte con un corazón sincero.
Comentarios
Publicar un comentario