140.-REFLEXION:CADA QUIEN LLEVA SU CRUZ (tema invitado)
Colaboraciòn de
<capacitacion.ascadi@yahoo.com
LUGAR: EL JARDÍN DEL AMADO-(adaptado por editores)
El amado Padre y el discípulo caminaban por el jardín viendo
las hermosas flores que brotaban en el nuevo día, y el discípulo dijo al Padre:
¡quisiera ofrecer y participar de los sufrimientos de los que te aman y de los
que te sirven! El amado Padre contesto: “Cada uno de nosotros tiene sus propios
sufrimientos, a menudo he oído que te quejas cuando te espinas y te rasguñas
los brazos y de las hormigas que te pican en el jardín y de la dureza de la
pala que produce dolor en tus manos”. Todo esto es un sufrimiento por causa de
cuidar mi jardín sin embargo te llevare a un lugar que tú no conoces y
caminaron a un lugar triste, solitario donde se encontraba una cruz. Y el amado
Padre dijo: Esta es la cruz de mi hijo amado Jesucristo y en ella deberían de
sufrir todos los que lo aman.
Cayó entonces sobre el discípulo una gran angustia y un gran
temor, y no podía hablar y las piernas a duras penas podían soportarle. El
amado Padre tomo una corona de espinas y la puso suavemente en la cabeza del discípulo,
tan pronto como las espinas tocaron su carne, experimento el discípulo un
tormento de agonía como si todo el
sufrimiento del mundo se hubiera juntado sobre él. Tal fue su miedo y su dolor
que se desmayó. Cuando se despertó estaba tendido sobre la yerba del jardín y
el amado padre estaba sentado cerca de su cabeza y lo miraba con mucho amor al discípulo,
entonces por primera vez el discípulo vio en el amado padre las heridas de sus
manos, pies y en la frente del amado y las manchas de sangre que oscurecían su túnica.
Hijo mío dijo el Padre, ¿cómo esperas llevar el sufrimiento de mi hijo si no
puedes llevar los pequeños sufrimientos de tu propia vida?
Reflexión:
Dios nuestro Padre solo
permite que tengamos los sufrimientos que podemos soportar, jamás nuestro Padre
pondrá cargas que no puedas llevar por eso Jesucristo dijo: “toma tu cruz y sígueme”,
nunca pido que tomáramos su cruz porque él sabía que nadie podía soportar su
cruz. Vive feliz con tus pequeños sufrimientos y mira que otros sufren más.
Cuando sea ligera tu carga entonces puedes ayudar a los demás.
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