190- REFLEXION:”..efecto del don del Entendimiento”
Comprender una situación en profundidad, como la entiende Dios, es efecto
del don del Entendimiento
“No se trata
aquí de la inteligencia humana, de la capacidad
intelectual
de la que podemos estar más o menos dotados.
Es, en
cambio, una gracia que sólo el Espíritu Santo puede
infundir y
que suscita en el cristiano la capacidad de ir
más allá del
aspecto externo de la realidad y escrutar las
profundidades
del pensamiento de Dios y de su designio
de
salvación.
El apóstol
Pablo, dirigiéndose a la comunidad de Corinto,
describe
bien los efectos de este don —es decir, lo que
hace el don
de entendimiento en nosotros—, y Pablo
dice esto:
«Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre
puede pensar
lo que Dios ha preparado para los que lo
aman.
Y Dios nos
lo ha revelado por el Espíritu» (1 Cor
2, 9-10).
Esto, obviamente, no significa que un cristiano
pueda
comprender cada cosa y tener un conocimiento
pleno de los
designios de Dios: todo esto permanece en
la espera de
manifestarse en toda su transparencia cuando
nos
encontremos ante Dios y seamos de verdad una cosa
sola con Él.
Sin embargo, como sugiere la palabra misma,
el
entendimiento permite «intus legere», es decir, «leer
dentro»:
este don nos hace comprender las cosas como las
comprende
Dios, con el entendimiento de Dios. Porque uno
puede
entender una situación con la inteligencia humana,
con
prudencia, y está bien. Pero comprender
una situación
en profundidad, como la entiende Dios, es el efecto de
este don.
Y Jesús
quiso enviarnos al Espíritu Santo para
que nosotros
tengamos este don, para que todos nosotros
podamos
comprender las cosas como las comprende Dios,
con la
inteligencia de Dios. Es un hermoso regalo que el
Señor nos ha
hecho a todos nosotros. Es el don con el cual
el Espíritu
Santo nos introduce en la intimidad con Dios y
nos hace
partícipes del designio de amor que Él tiene con
nosotros.
Está claro entonces que el don de entendimiento está
estrechamente relacionado con la fe.
Cuando el
Espíritu Santo habita en nuestro corazón e ilumina nuestra mente, nos hace
crecer día a día en la comprensión de lo que el Señor ha dicho y ha realizado.
Jesús mismo dijo a sus
discípulos:”
yo os enviaré al Espíritu Santo y Él os hará
comprender
todo lo que yo os he enseñado.
Comprender
las enseñanzas de Jesús, comprender su Palabra, comprender el Evangelio,
comprender la Palabra de Dios. Uno puede leer el Evangelio y entender algo,
pero si leemos el Evangelio con este don del Espíritu Santo podemos comprender
la profundidad de las palabras de Dios. Y este es un gran
don, un gran
don que todos nosotros debemos pedir y pedir
juntos:
Danos, Señor, el don de entendimiento.
Hay un
episodio del Evangelio de Lucas que expresa muy
bien la
profundidad y la fuerza de este don. Tras asistir
a la muerte
en cruz y a la sepultura de Jesús, dos de sus
discípulos,
desilusionados y acongojados, se marcharon
de Jerusalén
y regresaron a su pueblo de nombre Emaús.
Mientras
iban de camino, Jesús resucitado se acercó
y comenzó a
hablar con ellos, pero sus ojos, velados
por la
tristeza y la desesperación, no fueron capaces de
reconocerlo.
Jesús caminaba con ellos, pero ellos estaban
tan tristes,
tan desesperados, que no lo reconocieron. Sin
embargo,
cuando el Señor les explicó las Escrituras para
que
comprendieran que Él debía sufrir y morir para luego
resucitar,
sus mentes se abrieron y en sus corazones se
volvió a
encender la esperanza (cf.Lc 24, 13-27).
Esto es lo
que hace el Espíritu Santo con nosotros: nos abre la mente, nos abre para
comprender mejor, para entender mejor las
cosas de
Dios, las cosas humanas, las situaciones, todas las
cosas. Es
importante el don de entendimiento para nuestra
vida
cristiana. Pidámoslo al Señor, que nos dé, que nos dé a
todos
nosotros este don para comprender, como comprende
Él, las
cosas que suceden y para comprender, sobre todo, la
Palabra de
Dios en el Evangelio. “
Tomado y adaptado de : “Audiencia General, Papa Francisco,
30mde abril
La reflexion del don concejo
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