157.-"TU PALABRA,SEÑOR, ES VERDAD"
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“Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a
ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno
como nosotros. Cuando estaba yo con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me
habías dado. He velado por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de
perdición, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo
estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. Yo les
he dado tu Palabra, y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo
no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes
del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en
la verdad: tu Palabra es verdad.
Como tú me has enviado al mundo, yo
también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que
ellos también sean santificados en la verdad.” (Juan 17:11-19)
Meditación:
“Contribuyamos a edificar el Reino de Dios”
En efecto,
el Espíritu Santo nos hace comprender la verdad del Evangelio y nos comunica el
deseo y las fuerzas necesarias para evangelizar a cuantos podamos, a fin de que
todos seamos capaces de luchar contra las corrientes del mundo y las fortalezas
de maldad que conspiran contra los hijos de Dios.
Antes de
dejar a sus discípulos, Jesús intercedía por ellos, para que se mantuvieran
unidos y no se apartaran del camino que él les había señalado. Sabía que cuando
salieran a cumplir la misión que les encomendaba tropezarían con muchos
problemas y dificultades; por eso, le pidió al Padre que los protegiera del
maligno.
Hoy, el Señor sigue pidiendo lo
mismo para los fieles, es decir tú y yo: que el Padre nos proteja del maligno, porque
ya estamos consagrados por medio de la “verdad” (Juan 17, 17). ¿Cuál es esta
verdad? Es la buena noticia del amor compasivísimo de Dios manifestado en
Cristo Jesús con toda la generosidad y el poder de la divinidad.
La “verdad” es la fuerza que vence al mal del mundo,
desenmascara a Satanás y lo despoja de su nociva influencia y sus mortíferos
engaños.
Pero el
diablo no acepta fácilmente la derrota y sigue merodeando como león rugiente en
torno a los fieles (1 Pedro 5, 8), tergiversando la verdad del amor de Dios y
constantemente iniciando ataques contra el pueblo cristiano (Apocalipsis 13,
7).
Asimismo, El
Señor quiere que sepamos que,
mediante la fe, todos podemos resistir y rechazar
el mal; que
mediante la oración diaria, podemos entregarle a Jesús el
trono de nuestro corazón y que
perdonando a quienes nos hayan herido podemos echar por tierra una de las
estrategias más destructivas de satanás: el resentimiento guardado por
semanas, meses o años.
PROPÒSITO:
Querido hermano, tú y yo estamos consagrados
por la verdad y ahora nos toca a nosotros crear condiciones de gracia y verdad
en nuestro mundo, especialmente en el hogar, y para ello podemos tomar las
armas del Espíritu, vale decir,
“la fe, el amor, la verdad, la justicia, el
perdón y la oración.
¡Así
contribuiremos a edificar el Reino de Dios!
ORACIÒN:
“Padre eterno, te doy gracias y alabanza porque vivir
en tu verdad es fuente de un gozo inefable. Protégeme del maligno a mí y a los
míos, te ruego, Señor, y concédeme sabiduría y fe para llevar tu verdad a los
demás.”
(Texto base:
Tomado y adaptado de LA PALABRA ENTRE NOSOTROS)
Cfr.:
Juan 17:17 “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
1Pedro 5:8,, Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Apocalìpsis
13:7 “Y le fue dado hacer guerra contra los santos, y
vencerlos. También le fue dado poder sobre toda tribu, y lengua y nación.
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