LA ORACION DE JABES-REFLEXION
LA ORACION DE JABES
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> (1 Crónicas 4:9-10)
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> (1 Crónicas 4:9-10)
“Jabes
invocó al Dios de Israel, diciendo:
¡Oh, si en verdad me bendijeras,
ensancharas mi territorio,
y tu mano estuviera conmigo
y me guardaras del mal
para que no me causara dolor!”
>REFLEXION:
> La entrada a una vida de bendición
> Jesús vino para darnos vida eterna y en abundancia (Juan 10:10). Eso incluye bendición, prosperidad, protección, liberación del mal, y una vida con dirección y
> propósito.
> La Biblia dice que Jabes “fue más ilustre que sus
> hermanos” (1 Cronicas 4:9), es decir, que él sobresalió
> sobre los demás, y luego hizo su petición y Dios se la
> concedió.
> ¿Tù quieres ser ilustre? Si es así, pide
> por la bendición y Dios te la va a conceder.
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> La oración de Jabes destila la voluntad poderosa de Dios
> para nuestro futuro. Con seguridad todo cristiano quiere
> experimentar esa vida abundante. Quizá tù te sientas
> limitado por sus posibilidades, pero para Dios no existe
> límite.
> Tù puedes vivir una vida a plenitud para la gloria de
> Dios. Dios tiene bendiciones que tù no has reclamado y que
> te esperan.
En vez de estar en la orilla del río, ven
a
> nadar en las corrientes del río de la bendición, la gracia
> y el poder de Dios.
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> 1) ¡Oh, si en verdad me bendijeras!
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> Aprendamos de la historia de Jabes.
> nadar en las corrientes del río de la bendición, la gracia
> y el poder de Dios.
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> 1) ¡Oh, si en verdad me bendijeras!
>
> Aprendamos de la historia de Jabes.
>El nació y vivió en el sur de Israel luego de la
> conquista de Canaán, durante la época de los jueces. Era
> de la tribu de Judá y llegó a ser cabeza de un clan. Pero
> su historia comienza con su nombre Jabes que significa:
> “Por cuanto lo di a luz en dolor”. No suena como un buen
> comienzo para una vida de éxito, ¿verdad? El creció con
> un nombre que todo niño odiaría. La identidad de una
> persona puede ser seriamente dañada por el nombre. Un
> nombre así, que significa dolor, no le auguraba un buen
> futuro a Jabes. Pero a pesar de esa perspectiva, Jabes
> halló una salida: pedir al Dios Todopoderoso la bendición.
> Entonces, ¿por qué no pedir la bendición? (Juan 16:24).
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> La palabra bendecir “baruch” significa “autorizar
> para prosperar”. Bendecir es impartir un favor
> sobrenatural.
> La Palabra nos estimula a pedir la bendición:
> (Proverbios 10:22) – “La bendición del Señor es la
> que enriquece, y no añade tristeza con ella”.
> (Mateo 7:7) – “Pedid, y se os dará, buscad y
> hallaréis; llamad, y se os abrirá”.
> (Santiago 4:2) – “… pero no tenéis lo que deseáis,
> porque no pedís”.
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> Tal vez tu nombre sea sinónimo de dolor; tal vez sientas
> que estás en desventaja por cosas que ocurrieron en tu
> vida… Pero l considera hoy que puedas cambie tu manera de pensar.
> La naturaleza de Dios es bendecir, prosperar, desear lo
> mejor (Éxodo 34:6; Jeremias 29:11).
> ¿Por qué no le pides ahora que te bendiga todos los días?
> Con una sencilla oración de fe es posible modificar el
> futuro.
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> 2) “¡Oh, si ensancharas mi territorio!” –
La grandeza de Dios.
> En la parte que sigue a la oración de Jabes, hay una
> súplica por más territorio. Tu pide que ensanche tu
> vida de tal modo que te pueda s convertir en una gran
> influencia para muchos y que le de mayor gloria a Dios.
> Cuando Jabes clamó a Dios: “Ensancha mi territorio”,
> vio sus circunstancias presentes y concluyó con toda
> certeza: “Yo nací para algo mayor”.
> Tu negocio, tu trabajo, tu ministerio, es el territorio que
> Dios te ha confiado.
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> Por ejemplo, como esposa o madre, tu puedes pedir:
> “Aumenta mi influencia, favorece mis relaciones, ensancha
> mis oportunidades, permíteme hacer más para Ti… de tal
> forma que pueda traer mayor gloria a tu Nombre”.
> Dios quiere ampliar los límites de tu frontera, que tomes
> nuevos territorios para Él, que aceptes nuevos retos>
Coloca tus dones y
habilidades en las manos de Dios y Él
> ensanchará tu territorio.
> ensanchará tu territorio.
> Orar por la expansión de tu territorio es orar por un
> milagro (la intervención de Dios para hacer que suceda algo
> que normalmente no ocurriría).
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> 3) “¡Oh, si tu mano estuviera conmigo!” –
El toque de grandeza.
> Muchas veces hemos recibido grandes bendiciones que nos han
> elevado a mayores alturas en el vuelo de la fe, sin embargo
> ha habido momentos en que nos hemos sentido débiles e
> incapaces de continuar el vuelo. Ya en tierra tropezamos con
> dificultades abrumadoras que nos impiden levantar vuelo otra
> vez.
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> Para sobrevolar las dificultades y sobrepasar los problemas
> debemos depender de Dios. La mano de Dios debe estar sobre
> nuestra vida. Con ella liberamos el poder para cumplir Su
> voluntad y para hacer las cosas que parecen imposibles.
> Jabes sintió la necesidad de la mano divina y Dios le dio
> grandeza. Así nosotros, si dependemos de Dios, Dios se
> hará grande por medio de nosotros (2 Corintios 3:5-6).
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> La mano de Dios es un término bíblico que explica el
> poder y la presencia de Dios en las vidas de quienes
> conforman su pueblo (Josue 4:24; Isaias 59:1).
> El éxito de la iglesia primitiva estaba residía en que
> “la mano del Señor estaba con ellos”
> (Hechos 11:21).
> Si creemos como Jabes veremos la gloria de Dios en nuestras
> vidas (Juan 11:40).
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> 4) “¡Oh, si me guardaras del mal!” –
Guarde el legado con seguridad.
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> Sin duda, los triunfos traen consigo mayores oportunidades
> de fracaso. Los triunfos y logros nos dejan expuestos a la
> presunción y a la autosuficiencia.
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> Sin duda, los triunfos traen consigo mayores oportunidades
> de fracaso. Los triunfos y logros nos dejan expuestos a la
> presunción y a la autosuficiencia.
> Por lo tanto, la última petición de Jabes, de ser
> guardados del mal, es fundamental para mantener una vida
> llena de bendiciones (Mateo 6:13).
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> Es necesario orar por fortaleza para soportar las
> tentaciones (tentación no es lo mismo que pecado), porque
> el mayor peligro no está al borde del precipicio, sino el
> no estar alerta.
> La única cosa que puede romper el ciclo de vida abundante
> es el pecado. El pecado interrumpe el flujo de la bendición
> de Dios.
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> 5) “… y Dios le concedió lo que pidió”.
> Cómo poner en práctica este principio de la oración de
> Jabes.
> 1) Ora con esta oración todas las mañanas.
> 2) Escribe esta oración y pégala a tu Biblia.
> 3) Vuelve a leer este estudio, o compra el libro “La
> oración de Jabes” de Bruce Wilkinson
> 4) Imprime esta oración en una hoja y reparte a tu
> familia, amigos y vecinos.
> 5) Habla a otra persona del compromiso de hacer esta
> oración todos los días.
> 6) Empieza a anotar y registrar las respuestas de oración
> y los cambios en tu vida.
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La oracion de Jabes es prodigiosa,produce milagros
ResponderEliminarBendiciones
Carlos Zamalloa
EM:peruanoinventor@gmail.com
La oracion de Jabes es prodigiosa,produce milagros
ResponderEliminarBendiciones
Carlos Zamalloa
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