LAS MENTES VACÍAS....Artìculo invitado
LAS MENTES VACÍAS
El ser humano se diferencia del resto de los seres creados, en que sabe distinguir entre el bien y el mal; es decir, es racional e inteligente, mientras que los animales actúan por instinto.
“Y Jehovah Dios dijo: —He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal. Ahora pues, que no extienda su mano, tome también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre.” Gen 3:22
La palabra nos invita a ser maduros en el modo de pensar:
Hermanos, no seáis niños en el entendimiento; más bien, sed bebés en la malicia, pero hombres maduros en el entendimiento. 1Co 14:20
La epístola de Filipenses nos desafía a pensar:
“En cuanto a lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto pensad.” Fil 4:8
El apóstol Pablo define el cristianismo como un culto racional.
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
“No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la renovación de vuestra mente, de modo que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” Rom 12:1-2
La mente es el órgano con el cual el ser humano piensa. En la mente esta querer el bien, mas no el hacerlo. Porque una mente no redimida es arrastrada al pecado por la concupiscencia de la carne.
“Yo sé que en mí, a saber, en mi carne, no mora el bien. Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
Porque no hago el bien que quiero; sino al contrario, el mal que no quiero, eso practico.
Y si hago lo que yo no quiero, ya no lo llevo a cabo yo, sino el pecado que mora en mí.
Por lo tanto, hallo esta ley: Aunque quiero hacer el bien, el mal está presente en mí.
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
Pero veo en mis miembros una ley diferente que combate contra la ley de mi mente y me encadena con la ley del pecado que está en mis miembros.” Rom 7:18 - 23
Una mente no renovada (reprobada, vacía o pasiva), es una puerta abierta a pensamientos corruptos, altivos, crueles e injustos.
Dios creó al hombre con una mente, para que la usara. Una mente activa es una barrera para la obra de los embarcadores, mientras que una mente vacía hace su agosto. Con una mente vacía no se piensa, se pierde la capacidad de razonar y el sentido común, y se aceptan indiscriminadamente las “enseñanzas” sin preocuparse por el origen, dando lugar al fanatismo irracional.
Si el cristiano no utiliza su mente, otros pensaran por él. Una mente vacía, como dije no se usa; mientras que una mente pasiva espera que fuerzas externas vengan a usarla. Cuando no usamos nuestra mente, tampoco Dios la puede usar, ni pondrá sus pensamientos en ella.
Muchos cristianos creen que pensar perjudica su vida espiritual. El verdadero daño es dejar de pensar. La biblia dice: “escuchadlo todo, retened lo bueno, desechad lo malo.”
Sir Francis Bacon escribió:
Quien no quiere pensar es un fanático;
Quien no puede pensar es un idiota;
Quien no osa pensar es un cobarde.
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