Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2016

225.-Dios no se olvida de sus hijos... ¡incluso cuando éstos le olvidan!

 “¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada, de la ciudad potente y opresora! No ha escuchado la voz, ni ha aceptado la corrección.  No ha confiado en el Señor, ni se ha vuelto hacia su Dios.  Pero hacia el fin daré otra vez a los pueblos labios puros,  para que todos invoquen el nombre del Señor y lo sirvan todos bajo el mismo yugo. …… Aquel día no sentirás ya vergüenza de haberme sido infiel,  porque entonces yo quitaré de en medio de ti a los orgullosos y engreídos, y tú no volverás a ensoberbecerte. No cometerán maldades ni dirán mentiras; no se hallarán en su boca una lengua embustera. Permanecerán tranquilos  y descansarán sin que nadie los moleste”. ( Sof.3, 1-2. 9-13-adaptado-) REFLEXION: Parece ser la realidad de nuestro mundo entero. Tomemos en cuenta que se conoce que el profeta Sofonías escribe un siglo después de Isaías, aproximadamente en el 640. También él anuncia que las desgracias que sobrevendrán a Jerusalén, la purificarán. Y

224.-“Dad gracias y alaba a tu Buen Pastor por haber dado su vida por ti”

“Jesús dijo : ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? . Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las 99 no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños”. REFLEXION: En el siglo I había muchos pastores en Israel, oficio que no era fácil ni libre de contratiempos. No era raro que el pastor se topara con peligros, sobre todo cuando buscaba una oveja extraviada, porque tenía que adentrarse en parajes inhóspitos y boscosos o entre rocas donde quedaría a merced de los elementos, o tal vez de lobos feroces o asaltantes armados. Un pastor asalariado sin duda escaparía a la primera señal de peligro, pero el dueño del rebaño arriesgaba su vida para recuperar hasta una sola oveja extraviada. Jesús, el buen pastor que da su vida por sus ovejas (Juan 10,